La calidad del aire en la mayoría de las ciudades del mundo que monitorean su contaminación atmosférica no alcanzan los niveles de seguridad señalados por los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que pone a las personas ante un riesgo adicional de enfermedades respiratorias y otros problemas de salud. La base de datos sobre la calidad del aire de la OMS cubre a 1600 ciudades a lo largo de 91 países —unas 500 ciudades más que en la anterior base de datos (2011)-, y revela que más ciudades en el mundo están monitoreando la calidad del aire, lo cual refleja un reconocimiento creciente de los riesgos para la salud de la contaminación atmosférica. CALIDAD DEL AIRE Sólo el 12% de las personas que viven en ciudades que reportan sobre la calidad del aire, residen en ciudades que cumplen con los niveles aceptados por las Directrices de la OMS sobre Calidad del Aire. Cerca de la mitad de la población urbana que está siendo monitoreada está expuesta a contaminación atmosférica que es al menos 2,5 veces más alta que los niveles recomendados por la OMS, lo cual supone un riesgo adicional y a largo plazo para su salud. En las Américas, hay datos disponibles sobre la calidad del aire sólo para 17 de los 35 países de la región, con 623 ciudades de la región representadas en la base de datos de la OMS. Los datos sobre esas ciudades sugieren que cerca del 95% de las personas que viven en países de ingresos bajos o medianos en las Américas están expuestas a contaminación atmosférica que excede los niveles recomendados por la OMS, mientras que en el caso de los países de ingresos altos, un 60% de la población estaría expuesta a una situación similar. LA SALUD ESTÁ EN RIESGO La contaminación atmosférica es cancerígena y se vincula tanto con las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como también es responsable por la alta proporción de enfermedades vinculadas al medio ambiente. A nivel mundial, en la mayoría de las ciudades donde hay suficientes datos para comparar la situación hoy con años anteriores, la contaminación atmosférica está empeorando. Muchos factores contribuyen a este incremento, incluyendo la dependencia de combustibles fósiles, tales como plantas de energía a carbón, la dependencia de los vehículos de motor de transporte privado, el uso ineficiente de la energía en los edificios, y el uso de la biomasa para cocinar y calentarse. Sin embargo, algunas ciudades están logrando mejoras notables, que demuestran que la calidad del aire se puede mejorar al implementar políticas tales como la prohibición del uso del carbón para la “calefacción” en los edificios, el uso de combustibles renovables o “limpios” para la producción de electricidad, y la mejora de la eficiencia del motores de vehículos. OMS El informe de la OMS señala que cada ciudad puede tomar medidas locales para mejorar la calidad del aire y por lo tanto ir en contra de las tendencias regionales. Y una buena calidad del aire puede ir de la mano con el desarrollo económico, según lo indican algunas de las principales ciudades de América Latina, que cumplen, o se acercan a cumplir, con las directrices de calidad del aire de la OMS. Las medidas incluyen garantizar que las casas sean eficientes energéticamente, que el desarrollo urbano sea compacto y que esté bien s e r v i d o por el transporte p ú b l i c o , que el diseño de la calle sea atractivo y seguro para peatones y ciclistas, y que los residuos sean bien manejados.